La dieta del huevo duro o cocido se ha vuelto cada vez más popular, ya que se basa en consumir un superalimento con un gran contenido de proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos como el yodo, el hierro y el selenio.
Además, el huevo es un alimento económico, que es muy versátil, pues se puede combinar con un montón de ingredientes y realizar diferentes recetas.
En este sentido, el huevo es un alimento que sí o sí se debe incluir en cualquier dieta, sobre todo si lo que se busca es perder peso, ya que genera una prolongada sensación de saciedad que evitará que comas o tengas antojos entre comidas.
¿En qué consiste la dieta del huevo duro?
La dieta del huevo duro consiste principalmente en comer más veces este alimento a lo largo del día, es decir, en incrementar las porciones diarias de huevo cocido.
Sin embargo, esta dieta también restringe mucho, por lo que no será fácil de seguir. Puedes consumir otro tipo de proteína magra, además del huevo cocido, junto a vegetales con un bajo índice de almidón.
También puedes incluir en la dieta del huevo duro, una o dos porciones de fruta, pero con carbohidratos limitados. De hecho, como esta dieta es baja en calorías y carbohidratos, la pérdida de peso puede lograrse en poco tiempo.
Por otro lado, la limitación de carbohidratos y calorías mantendrá controlados los niveles de azúcar y fortalecerá el cabello, los huesos y las uñas, aunque por este mismo motivo, se debe tener cuidado de no alargar esta dieta más allá de unas pocas semanas.
En el desayuno puedes comer mínimo dos huevos cocidos, junto a una porción de vegetales libres de almidón, como los espárragos o el tomate, y una fruta con bajo contenido en carbohidratos.
Mientras que para el almuerzo y la cena, debes comer verduras sin almidón y puedes elegir acompañarlas con huevos duros o una modesta porción de otro tipo de proteína magra.