El actor Matt Damon se hace presente en el mundo de Netflix con una película con un contenido aleccionador. Se trata de “Cuestión de sangre (Stillwater)”, un film basado en hechos reales. Fue estrenada el pasado 17 de enero y se ha convertido en uno de los títulos más vistos de la plataforma apareciendo en el Top 10 de la “N” roja.
La película está dirigida por Tom McCarthy y cuenta la historia de un trabajador desempleado de una plataforma petrolera de Oklahoma que se ve obligado a viajar a Francia en un esfuerzo por limpiar el nombre de su hija condenada (Abigail Breslin), con la ayuda de una mujer francesa (Camille Cottin).
Según la reseña de Netflix, la historia se centra en la situación de Bill Baker, navegando por la burocracia judicial francesa y la cultura local para apoyar a su hija Allison, quien fue condenada por un crimen que asegura no haber cometido.
A lo largo de la película, la desplegada investigación de Bill lo llevará a cometer acciones de las que no estará del todo orgulloso, pero que lo acercarán poco a poco hacia la verdad sobre lo que ocurrió con su hija y el crimen por el que se la acusa, reseñó el portal Infobae.
Criticas divididas
Las criticas sobre la trama del largometraje divide opiniones, por un lado, elogiado por la actuación de los actores principales, mientras que por otro, algunos han cuestionado ciertas decisiones en la historia.
Los sitios de reseñas Rotten Tomatoes y Metacritic muestran estas opiniones mixtas con un 74% de aprobación y una calificación media de 60 sobre 100, respectivamente.
De dónde nace la historia
El largometraje se basa en el caso de Amanda Marie Knox, quien fue condenada y posteriormente encarcelada en Italia por el asesinato de su compañera de piso Meredith Kercher en 2007.
Kercher, de nacionalidad británica, fue encontrada muerta en el apartamento que ambas compartían en Perugia.
Knox, quien tenía 20 años en ese momento, se autoincriminó durante un polémico interrogatorio, pero tras un encendido debate público y una serie de juicios, fue absuelta por la Corte Suprema de Casación italiana en 2015.