Las películas y series mexicanas son muy buscadas en la plataforma de Netflix, pero hay una que ha atrapado a los suscriptores con su drama psicológico que merece la pena ver. Se trata de “Las viudas de los jueves”, dirigida por Humberto Hinojosa Ozcariz, quien adaptó a la pantalla la novela con la que Claudia Piñeiro ganó el Premio Clarín 2005.
La historia está descrita por los especialistas como “un retrato feroz y preciso de la Argentina” post 2000, fue adaptada al cine en 2009 por Marcelo Piñeyro. Y, casi 14 años después, llega al streaming de la mano del director Humberto Hinojosa Ozcariz, bajo el manto de Netflix, aunque presentada 100% en clave mexicana.
“Separado de la barriada de Santa María de los Tigrecitos por múltiples casetas de seguridad, se encuentra Altos de la Cascada. Un agradable barrio residencial lleno de casas con cuidados jardines y piscinas climatizadas, donde las familias acomodadas llevan un tranquilo ritmo de vida”, destaca la sinopsis publicada por Sensacine.
En un país donde la situación económica va cada día peor, los vecinos de Altos de la Cascada se reúnen en su burbuja como si no pasase nada.
Toda esta rutina y estabilidad se ve afectada por un terrible hecho. Una mañana como otra cualquiera, un empleado encuentra tres cuerpos sin vida flotando en una piscina. A pesar de parecer un accidente, pronto las pruebas de la investigación señalarán directamente a los responsables, quedando desmontado todo ese mundo de superficialidad y abundancia.
Una propuesta oscura y misteriosa
Pero la miniserie de seis episodios (casi todos entre 45 minutos y una hora de duración) tiene precisamente en el antónimo de felicidad su materia principal.
No estamos frente a una procesión de hechos tristes o de quejas sobre lo desdichado del destino. “Las viudas de los jueves” es fundamentalmente una propuesta oscura y a ratos sumamente atrevida en torno a los privilegios que alberga un sector de la sociedad latinoamericana.
Cinco de los seis capítulos presentan una a una la historia de las familias protagonistas. El otro, casualmente el primero, es una especie de ‘adelanto’ en el que nos quedará claro algo: el desenlace de los hechos ocurre la noche de un 26 de diciembre cualquiera.
Los árboles navideños iluminando los verdes jardines de Los Altos de la Cascada se suman a un coro de elementos que se repiten de mansión en mansión: empleadas del hogar, jardineros, choferes, tragos, comida, drogas y sexo ocasional, con la pareja o con un amante, destaca el portal El Comercio de Perú.
Además de Leonardo Sbaraglia, su actor fetiche, en ‘Las viudas de los jueves’ ha contado con Ernesto Alterio, Juan Diego Botto y Pablo Echarri, cuatro rostros conocidos que interpretan a los miembros de una comunidad burguesa que vive ajena a los problemas económicos de un país que se derrumba y que tiene mucho más que esconder en la trastienda de lo que parece.
Basada en la novela del mismo nombre de Claudia Piñeiro, ‘Las viudas de los jueves’ se configura como una sátira en forma de thriller que indaga en la descomposición moral de los individuos que pueblan una sociedad en pro