La plataforma de Netflix tiene en su catalogo una serie documental que no te puedes perder. Se trata de “The Keepers” y relata una historia ocurrida hace más de 50 años en Baltimore, una ciudad situada en el estado de Maryland de los Estados Unidos.
Los siete episodios del documental exploran el asesinato aún sin resolver desde 1969 de la hermana Cathy Cesnik, maestra de la escuela secundaria Archbishop Keough en Baltimore, Maryland.
50 años después, dos de sus exalumnas están decididas a averiguar qué sucedió y buscar justicia para su maestra, y para ellas mismas. ‘The Keepers’ llega pronto a un escándalo de abuso que duró décadas y deja suficientes evidencias para demostrar un penoso encubrimiento por parte de la Iglesia Católica.
La producción teje una red inusualmente amplia de enfoques y personas implicadas, desde la escena del crimen hasta conformar una espiral masiva de conexiones implícitas, algunas sugeridas, otras incontestables pero que dejan espacios para rellenar.
Las víctimas, las investigadoras
Según el portal Spinoff, la serie se construyó con entrevistas a personas que conocían a Cathy, policías retirados y en activo y otros individuos de interés, que dibuja un tapiz de vidas afectadas por el siniestro padre Maskell.
Hay una serie de confesiones que destapan hechos durísimos, absolutamente repugnantes, que sucedieron en el instituto Keough, que hacen que no sepamos si es peor, que no se haya resuelto el misterio de la muerte de la Hermana Cathy o que el abusador nunca tuviera que enfrentarse a la justicia en su vida.
El trabajo audiovisual está realizado a modo de serie con 7 capítulos de aproximadamente una hora y uno de los detalles más interesantes de la trama es que los propios investigadores son las víctimas.
No solo están persiguiendo al asesino al margen de la justicia para llevarlo ante la misma, sino que toda la narrativa se construye desde la perspectiva del detective, sin distancia entre los hechos contados y las pesquisas para destaparlos al público.
También es un relato de mujeres antaño calladas que creen en sí mismas y a otras mujeres, y eso es lo que hace que consigan hacer salir de debajo de las piedras a muchas más afectadas del caso Keough.