Ya han pasado tres semanas que Shakira dejó atrás su vida en Barcelona y se mudó a Florida, Miami, para estar lejos de los paparazis y de las traiciones de la que fue su familia política, los Piqué.
Ya instalada y con sus hijos, Milan y Sasha, y sus padres William Mebarak y Nidia Ripoll, la barranquillera está en busca de una nueva mansión, pero en Fisher Island, un barrio donde solo viven celebridades, deportistas, banqueros y empresarios. Lo consideran el más caro de Estados Unidos.
¿Por qué no quedarse en su mansión? Pues resulta que la cantante colombiana quiere aún más privacidad y seguridad para sus hijos y para ella y el acceso a este lugar es tan restringido que solo le puedes llegar en ferry o en helicóptero.
En los alrededores Fisher Island hay 1.300 vecinos que poseen unos ingresos anuales de 2.5 millones de dólares (2.27 millones de euros), según datos de Bloomberg, reseñó la revista Hola.
Sus vecinas, Julia Roberts y Oprah Winfrey
Esta isla privada de más de 87 hectáreas pegada a Miami Beach, viven superestrellas como la actriz Julia Roberts o la presentadora Oprah Winfrey, y entre sus encantos destaca su playa de arena blanca traída de las Bahamas.
Casi todas las viviendas cuentan con acceso directo a la costa para disfrute de sus inquilinos. Shakira se ha dado un paseo por esta isla en busca de una mansión que le permita estar más aislada de las cámaras y reflectores.
“Este fin de semana tuve una comida en ese lugar y, en el mismo barco por casualidades de la vida, iba Shakira”, decía el reportero Álex Rodríguez al programa de Ana Rosa.
A Fisher Island solo le puedes llegar en ferri (trayecto de siete minutos) o helicóptero y está reservado para gente con un alto poder adquisitivo. Es más, para entrar a vivir, deben abonar de inicio una cuota de 250.000 dólares (227.000 euros).
El lugar tiene escuela, supermercado, clínica, banco. Además, posee un observatorio astronómico, campo de golf y 18 pistas de tenis, donde también han localizado recientemente a Shakira jugando en una de esas canchas.
Sin pase no entra nadie
Para entrar a la isla se debe tener un pase especial, de ahí que sea un lugar blindado contra curiosos o paparazis.
Según el periodista, las viviendas tienen más de cuatrocientos metros cuadrados y los precios pasan el millón de dólares para la opción básica y puede alcanzar los cuarenta millones en la más cara.
“La isla es de un empresario indio, y la cantante le ha transmitido a una de sus mejores amigas de Miami la intención de vivir cerca de ella”.