A principios de 2024, el Reino Unido vio tambalear su monarquía al anunciarse que el rey Carlos III fue diagnosticado con cáncer, una enfermedad que sigue latente pese al tratamiento que ha recibido el monarca y que le hizo ajustar su agenda como monarca.
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En esta difícil situación, la Casa Real Británica habría puesto en marcha un plan secreto bautizado como “Operación Delphinium”, nombre que hace referencia a la flor favorita del monarca.
Según la revista Vanidades, el objetivo de esta operación era garantizar la estabilidad en la monarquía y ofrecer tranquilidad a la nación británica ante el complicado panorama que significa la enfermedad del Rey.
¿Tranquilizar la nación?
Según Rebecca English, periodista del Daily Mail, la ‘Operación Delphinium’ fue concebida por los cortesanos del Palacio de Buckingham como un esfuerzo “por ‘tranquilizar a una nación ansiosa’ tras hacerse público el diagnóstico de cáncer del rey”.
Sin embargo, sugirió que este plan pudiera no ser del completo conocimiento de Carlos. “No estoy segura de que Su Majestad siquiera sepa que ese es el nombre que se le dio”, apuntó.
Destaca el medio británico que esta operación, no solo consistió en manejar la comunicación pública, sino también en mantener una apariencia de normalidad en los compromisos reales.
Carlos sorprendió con el manejo de su enfermedad
Por ejemplo, el medio Express recoge que el anuncio de su operación de próstata agrandada generó un interés masivo, con el sitio web del NHS sobre esta condición recibiendo más de 16,000 visitas en un día.
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Destaca el diario que Carlos sorprendió al manejar su enfermedad con un enfoque inusualmente abierto. Aunque optó por no revelar el tipo específico de cáncer, esta decisión fue estratégica.
Incluso, una fuente del Palacio citada por The Times comentó que ello se debía a que quería que “su experiencia resonara con la mayor cantidad de personas posible, en lugar de centrarse únicamente en un tipo específico de cáncer”.
Reasegurada la nación
La periodista del Daily Mail sugirió que este plan fue también un esfuerzo para “reasegurar a una nación”, mientras el monarca enfrentaba uno de los mayores retos de su vida.
Se conoce que el tratamiento del rey Carlos III continuará hasta 2025 y según fuentes oficiales, ha mostrado avances positivos.
Durante el año, el monarca ajustó su agenda para equilibrar sus compromisos reales con el cuidado de su salud. En octubre, pausó temporalmente su tratamiento para completar una gira real en Australia y Samoa junto a la reina Camila, antes de retomarlo a su regreso al Reino Unido.
Los medios británicos concluyen que esta estrategia es una prueba de la resiliencia de Carlos III y su compromiso con su papel como líder de una nación, incluso en medio de una batalla personal.