Las mujeres cuando ya pisan los 50 años están en busca de un cambio les haga lucir 15 o 20 años más jóvenes. Los expertos aseguran que cuando llegan al salón de belleza lo primero que piden es teñirse el cabello, pero con colores que se vean naturales y si se trata de las morenas aun más.
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Pero ¿Cuál es la técnica más buscada para lograr esa luminosidad en el rostro? Las mechas balayage es una coloración francesa que toma su nombre del verbo “balayer” que significa barrer.
La técnica crea un cabello ligeramente aclarado que luce con un aspecto natural como aclarado por el sol, con tonos más claros en las puntas.
Las mujeres que son castañas o morenas, deben tener mucho cuidado al momento de escoger los tonos para redimensionar una melena oscura con mechas balayage.
Obviamente los tintes rubios se apoderarán del street style lo que resta del 2024. Especialmente, cuando los usamos con una vibra mucho más relajada que no demande tantos retoques ni robe la estructura de la melena.
Así que si eres morena y quieres ese cambio de look que te reste años del rostro, atrévete con estas 3 mechas balayage que son ideales para la luminosidad de tu cabello:
Balayage platinado
Aun cuando a muchas les parece una idea descabelladas, existen tonos de rubios cenizos que se ven bien en el cabello café oscuro. Especialmente cuando se trata de los finos mechones estratégicos que resalten la textura natural de cualquier melena.
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Mechas babylights
Para las amantes del estilo discreto y sofisticado, este efecto de color es la mejor idea. No sólo por su efecto natural, sino que también porque podría ser tu iniciación al mundo de ”La chica blonde”. La recomendación es que lo pruebes en un tono caramelo o chocolate para que poco a poco vayas recibiendo el color rubio.
Rubio dorado miel
Hablando del clásico balayage, pues modelarlo en este tono es una excelente idea para usar una melena clara en todo su esplendor. La idea es crear un color cálido que aporte luz al rostro prolongado el efecto bronceado que el verano ha dejado en nuestras pieles.
