El Palacio de la Zarzuela tiene un problema muy grave. A lo largo de los años, han logrado planificar unas estrategias de comunicación muy bien estudiadas, pero no entienden que la familia real española viene con todos los riesgos pasionales, imprevisibles y de caos, según la información consignada por el sitio web El Nacional.
Sale a la luz la fotografía prohibida de la princesa Leonor
Esta semana ha dado ejemplo de ello: Zarzuela diseña la estrategia para superar la crisis de la imagen del matrimonio causada por las revelaciones de Jaime del Burgo. Quieren aparentar normalidad, pero no logran difundir imágenes de Felipe VI y Letizia de vacaciones. Unas vacaciones secretas, pero por separado.
De este viaje privado a la Costa del Sol se han filtrado dos actividades, EFE supo que el grupo comió en la playa y que las personas no reconocieron a Leonor escondida bajo algún sombrero o gorra. De noche hicieron juerga en una caseta y quien tiene la foto temida: Leonor bailando, es el Instagram de una presentadora catalana, Núria Marín.
Leonor sigue siendo foco de polémicas
El exageradísimo y desproporcionado número de escoltas de Leonor de noche, diez guardaespaldas, no impidieron que saliera publicada la foto prohibido, Leonor disfrutando de la noche y bailando. La belleza nórdica de la princesa tiene una derivada: en todas las fotos sale igual.
Sin algún tipo de gesto que denote embriaguez, euforia o ira. Así se ha mostrado Leonor de Borbón en la noche. La fotografía ha salido Núria Marín ha hundido la estrategia de proteger a la princesa de Asturias.
Los 10 escoltas intimidan a las personas y lo hacen en detrimento de la imagen de la princesa. Y a pesar de un despliegue que roza la protección antiterrorista de la policía, las fotos siguen saliendo.