Fran Mariano, un fanático argentino de Ricky Martin confiesa haber gastado más de 850 mil euros en diferentes intervenciones quirúrgicas, un equivalente a más de 900 millones de pesos chilenos, para parecerse a su ídolo favorito.
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Fanático de Ricky Martin gastó una fortuna para parecerse a su ídolo: “todos me amarían”
El joven, de 33 años de edad, que a pesar de las 30 cirugías que lleva en su cuerpo con el fin de lucir como el popular cantante y actor puertorriqueño, todavía no ha logrado tener una apariencia física similar a la del también productor musical.
Según reveló el medio británico The Sun, Fran ha estado obsesionado con esta idea desde que tenía 16 años de edad, cuando vio por primera vez a Ricky Martin y confesó que “pensé que con esa apariencia todos me amarían”.
La primera vez que estuvo en el quirófano fue cuando solamente tenía 18 años de edad, y desde ahí en adelante tomó la decisión de asemejarse lo más parecido a su gran ídolo.
Fran Mariano gastó más de 800 mil euros en sus cirugías estéticas
El joven reveló al medio británico que incluso algunos de los procedimientos quirúrgicos que se ha realizado lo han dejado luchando por su vida: “He pasado por mucho dolor físico y he estado al borde de la muerte por cirugías que eran innecesarias”, indicó.
Algunas de las cirugías estéticas que ha tenido en diferentes partes de su cuerpo son la nariz, párpados, el mentón, las orejas, los pómulos, los glúteos y hasta la dentadura. A pesar de todas estas cirugías, la que más le complicó la vida fue la dermolipectomía, un procedimiento estético que sirve para tensar el abdomen.
“Si soy honesto, todavía siento que no me parezco a Ricky Martin”
“Tuve problemas con la dermolipectomía. Los puntos se abrieron y comencé a perder sangre. Me tuvieron que hacer tres transfusiones de sangre. Luego pasó lo mismo con mis nalgas. Mi cuerpo los rechazó y hubo que extirparlos. También en la liposucción me quedé anémica”, agregó.
Además, afirmó no estar arrepentido, pero sí dijo que haría las cosas de otra manera: “La verdad es que no tengo lugar para pensar en el arrepentimiento, ya que no es nada a lo que pueda volver, pero sí, ahora habría decidido diferente. Por ejemplo, conformarme con mi primera operación de nariz y no hacerme tres”.