Las películas de terror se han convertido en unas de las favoritas de muchas personas a lo largo de los años, de esta manera es como algunos proyectos se han vuelto clásicos del séptimo arte, pues en la actualidad existe una ampliada variedad en el catálogo audiovisual con largometrajes que cuentan historias de asesinos, fantasmas, demonios y otras cosas similares.
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Netflix: la película de terror más impactante de la actualidad
A pesar que muchas producciones tienen comentarios positivos, hay otras que no tanto, por ese motivo, es que las personas no saben si la película que van a ver les dará miedo o se quedará en una historia predecible, con efectos falsos, que generan una experiencia aburrida y nada especial.
Ante esta situación, se realizó un estudio en el que se analizaron las diferentes reacciones de personas frente a películas de terror, el cual permitió saber cuál de todas era la más espeluznante.
De acuerdo con los análisis, la película más aterradora es Hereditary, que es una producción lanzada en 2018 que se centra en posesiones de demonios, y puede verse en Netflix. Todo esto según una investigación realizada por parte de la compañía de estudios cinematográficos A24.
“Después de la muerte de la matriarca de los Graham, su hija, Annie, se muda a la casa con su familia. Annie espera olvidar los problemas que tuvo en su infancia allí, pero todo se tuerce cuando su hija empieza a ver figuras fantasmales”, se lee en la sinopsis oficial.
Hereditay: es una producción audiovisual que se encuentra en Netflix
Para llegar a estos resultados, los especialistas juntaron un grupo de personas con diferentes cualidades y características, después las ubicaron en un mismo cuarto donde se les instalaron unos aparatos médicos para medir el ritmo cardiaco.
Fue así como proyectaron muchas películas de terror y midieron que tan rápido latía el corazón. Al terminar con las pruebas, encontraron que Hereditary fue la que presentó un ritmo cardiaco más elevado de lo normal, pues la mayoría de personas registraron 164 latidos por minutos, cuando lo normal es 80 en un adulto sano.
