Los nipones son expertos en orden y simplicidad, para ellos el 28 de diciembre es el día perfecto para practicar el Oosouji, que implica ordenar la casa y la mente. Se trata de una limpieza profunda, en la que se sacan todos los objetos de los cajones y muebles para deshacerse de todo aquello que no sea necesario.
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En ese sentido, los hogares del mundo occidental no son iguales a los japoneses, pero también se puede aplicar una limpieza profunda para decirle adiós a los objetos que solamente ocupan espacios y atrapan polvo.
Vajilla desparejada: el cambio de año es ideal para aprovechar de sacar esa vajilla que no tiene su igual. Además, se puede aprovechar el tiempo para renovar la vajilla por otras más elegantes.
Alfombras desgastadas: lo ideal es decirles adiós a las alfombras viejas y buscar una más moderna y actual que dure más y sean atemporales.
Trapos viejos: los manteles tienen una vida útil estipulada, lo mismo ocurre con trapos y toallas que se usan para limpiar. Cuando ya no se pueden aprovechar más, lo mejor es sacarlos antes que termine el año.
Ropa que no se usa: todo lo que no se usa, lo que no emociona debe salir del armario inmediatamente. El resultado será un espacio más grande y un mayor orden.
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Oosouji: la gran limpieza
Cajas vacías: son parte de los objetos que pueden ser útiles en un futuro, pero lo ideal es reciclarlas lo antes posible.
Medicamentos caducados: quizás el botiquín de primeros auxilios necesite una limpieza. Lo ideal es revisarlo y desechar los caducados y reciclarlos en contenedores de farmacias.
Móviles y tecnología obsoleta: los teléfonos, radios y auriculares guardados en un cajón deben irse.
Baterías que sirven: lo ideal es depositarlas en un bote limpio y decirles adiós para siempre.
Papel de regalo usado: el papel de regalo que se recibió de un obsequió y que se guardó para reutilizarlo, tiende a estar arrugado, descolorido y sin vida. La única solución es sacarlo de la casa.
Muestras de cosméticos: las muestras pequeñas o las que se arrancan de las páginas de revistas probablemente estén caducadas. Adiós.
Año nuevo, limpieza nueva
Bolígrafos secos: si se tienen marcadores o bolígrafos que ya no sirven y están guardados, lo ideal es decirles adiós.
Botones sueltos: aquellos botones de repuestos que nunca se han usado les llegó la hora de despedirse.
Calcetines desparejos: lo mejor es ser práctico y despedirse de ellos.
Apuntes: la estantería llena de apuntes de la infancia tiene que desaparecer.
Utensilios de cocinas desgastados: el nuevo año es ideal para hacer cambios, y la cocina es uno de esos lugares que tiende a tener tablas de madera rota, cuchillos sin filo. Lo mejor es aprovechar el tiempo y buscar el reemplazo correcto.