Carolina Herrera es muy clara y precisa a la hora de decir lo que queda bien o no a una mujer. Cada uno de sus consejos se han convertido en ley en el mundo de la moda.
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Para algunas mujeres seguir cada uno de los consejos es primordial porque las hace sentir elegantes y empoderadas, para otras no es del agrado porque son demasiados radicales.
Lo cierto es que tanto jóvenes como mujeres maduras siguen su ejemplo de elegancia y sofisticación y aquí te compartimos 5 consejos que serán claves para vestir y lucir bella:
Debes ser aliada de los básicos
Para Carolina Herrera en el armario deben estar las piezas esenciales para el armado de todo tipo de atuendos, por lo que es esencial formar tu colección de indispensables, confeccionados en colores neutros.
Los accesorios discretos
Según la diseñadora venezolana, los colores deben ser la estrella de tus looks, mientras que los accesorios deben pasar a un segundo plano. Un ejemplo de complemento de joyería perfecto son las perlas, las cuales siempre añadirán sofisticación a tu apariencia.
Aceptarse tal cual eres
La diseñadora de 84 años de edad, ha logrado mantener su estilo intacto con el paso de los años, debido a que según sus propias palabras, “no hay nada que envejezca más a una mujer que vestirse como si fuera más joven”, por lo que es esencial siempre elegir las prendas adecuadas.
No se trata de dinero
Herrera es de la premisa que la elegancia no se compra, sino se adquiere; y que todo se trata de inversiones, por lo que es esencial que tu armario se encuentre lleno de prendas que a pesar de no tener un precio exorbitante, si sean combinables con muchas otras y que, además, mantengan la etiqueta de atemporal.
Cuida las proporciones
Otro de las máximas de la moda y de Carolina Herrera tiene que ver con cuidar las proporciones para que un look, además de favorecer a la apariencia de tu figura, logré mantenerse siempre al tope de la elegancia, sin caer en exageraciones u otras tendencias disruptivas, como el kitsch, las cuales a pesar de poseer un carácter maximalista y original, no siempre son sinónimo de elegancia.