El respeto, la inclusión y la lucha por la diversidad son principios que han costado mucho inculcar en empresas que aun no asimilan que todos los seres humanos tienen derechos.
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Las empresas están claras que existen leyes de antidiscriminación, pero les pasan por encima y ocurren historias como lo que sucedió con una aerolínea en Estados Unidos.
Le sucedió recientemente a la auxiliar de vuelo, Chelsia Blackmon, quien denunció a la aerolínea Spirit Airlines por haberla despedido por tener sobrepeso, un escandalo para la empresa que está en el ojo del huracán.
Por sobrepeso y afroamericana
La información la publicó el diario Daily Mail, donde explican que la mujer, proveniente de Florida, Estados Unidos, acusó que sus superiores le dijeron que su talla era demasiado grande como para atarse a sí misma con el cinturón de seguridad en el asiento plegable del avión.
No contando con el tema del sobrepeso, Chelsia es afroamericana, y declaró que a un colega blanco le dieron la oportunidad para bajar de peso y mantener su trabajo. En cambio, ella fue despedida inmediatamente.
La azafata señaló que ella había podido aprobar los protocolos de capacitación y que nunca le mencionaron nada sobre el peso hasta que ya estuvo contratada.
No hay excusas para la empresa
La excusa dada por la empresa no tenía razón de ser, pues muchas de las aeronaves cuentan con extensores en sus cinturones de seguridad. En este caso, no le dejaron utilizarlo.
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Para ella hubo un “tratamiento diferencial discriminatorio e ilegal basado en su raza”.
Además, Chelsia explicó al diario que sufrió “pérdida de salarios, daños, angustia mental y sufrimiento” por lo sucedido.
La aerolínea Spirit Airlines no ha dado respuesta, pero la joven azafata está dispuesta a llegar hasta el final con su denuncia.
La trabajadora busca que le paguen sueldos atrasados y también una compensación monetaria por daños y perjuicios a su persona.
“Fueron maliciosos”, señaló sobre la empresa.
