Georgina Rodríguez es una de las mujeres más populares de las redes sociales, no solo por ser la esposa de la estrella del futbol, Cristiano Ronaldo, sino también por ser un referente de la moda.
Pero antes de ser famosa, la influencer trabajó en muchas tiendas y estaba alejada de los lujos, joyas y jets privados.
Fue trabajando en la prestigiosa tienda de Gucci en España que conoció a cristiano y la vida le cambió para siempre.
“Fue un jueves de verano. Trabajaba en Gucci. Me tocaba salir a las 5 y me llamó un compañero para que me quedara media hora más para atender a una clienta. Cuando estaba saliendo de la tienda apareció un hombre guapísimo de casi dos metros, acompañado de un niño y de un grupo de amigos. Guapísimo. Pensé: ¿Qué me pasa? No quería ni mirarle, tenía mucha vergüenza”, dijo Rodríguez en su documental.
Sencilla y con cabello atado
Antes de ser socialité, la esposa del futbolista, a quien hoy llaman “La Cenicienta de la Vida Real”, lucía como una más, con su ropa de trabajo, cabello atado y un look sencillo, reseñó Upsocl.
En sus redes sociales se ve su evolución y los cambios en su estilo. Pese a su origen humilde, Georgina siempre se perfiló como una amante de la moda, apasionada del fitness y aficionada de un buen bronceado.
Las primeras fotos de su cuenta de Instagram, que datan del 2015, cuando sólo tenía 21 años, registran los cambios físicos de la socialité: la nariz perfecta que hoy luce no fue siempre así.
La mujer se sometió a cirugías y lleva un plan de alimentación y ejercicios muy disciplinados para tener el cuerpo y la elegancia que la han convertido en un referente de la moda que impone tendencia.
Actualmente tiene 39 millones de seguidores en su cuenta en Instagram y es la madre de los hijos de Cristiano.