La película danesa “Una historia de amor en Copenhague” ha ocupado el top de las más vista de la plataforma de Netflix por su drama romántico que trata el tema de la infertilidad y los problemas que eso genera a una pareja.
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Creado y dirigido por Ditte Hansen y Louise Mieritz, este filme cuenta la historia de una pareja que lidia con la infertilidad. Cada mes, la situación empeora para Mia (Rosalinde Mynster) y Emil (Joachim Fjelstrup), quienes a pesar de su gran amor, no saben cómo afrontar ese reto.
La historia comienza cuando Mia y Emil se conocen en una fiesta por el lanzamiento de su último libro. Aunque su amiga Gro invitó a Emil porque cree que podría formar una buena pareja con la novelista, Mía lo ignora y se relaciona con un hombre más joven. Ante la insistencia de Gro, Mia descubre que Emil es un hombre dulce y atento, además de padre de dos niños, Felix y Selma.
Al principio a Mia le cuesta aceptar a Emil, pero con cada cita, la escritora va confirmando que es el hombre ideal, así que inicia un romance, incluso decide conocer a sus hijos, a quienes conquista con chocolates gigantes.
Si no has visto la película que se encuentra disponible en el streaming, te alertamos de spoiler.
Las hormonas que dañan la relación
Con el tiempo la relación de Mia y Emil se vuelve más seria y la escritora decide que es el momento de ser madre. Nueve meses después, la pareja aún no ha logrado concebir, lo que estresa demasiado a Mia, quien propone buscar ayuda médica. Ella piensa que podría ser el problema, debido a que su novio ya tiene dos hijos. No obstante, las pruebas demuestran que ella está saludable, mientras que el contenido de espermatozoides de Emil no es el mejor.
Además de costoso, el tratamiento de fertilidad resulta agobiante, principalmente para Mia, quien debe inyectarse constantemente, tiene cambios de humor, y sufre con los efectos secundarios de la medicación.
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Con cada intento fallido, las posibilidades se reducen, al igual que la voluntad y cordura de la pareja. Su frustración se traslada a su escritura y no puede entregar un borrador decente, lo que aumenta su irritabilidad. Emil intenta ayudar, pero solo parece cometer errores y Mia explota en una fiesta tras una prueba de embarazo negativa.
Las inseminaciones y el desenlace
Tras tres intentos de inseminación, el médico sugiere la fecundación in vitro que incluyen más medicamentos que alteran las hormonas de Mia. Durante una presentación, la escritora comparte que ha estado escribiendo sobre sus problemas para concebir, pero no se anima a publicarlo hasta que varias de las asistentes admiten que han pasado por la misma situación.
En medio de su tratamiento y todos los problemas que tiene con Emil, Mia debe acompañar a su amiga Gro en su proceso de aborto. Aunque ella anhela convertirse en madre, no juzga a su amiga por escoger un camino distinto.
Luego de extraerlos los óvulos, le informan a Mia que la llamaran si no logran fertilizarlos. Cuando el teléfono suena, una vez más, las ilusiones de Mia se destruyen. Prefiere ocultarlo y explota durante una fiesta en la escuela de los hijos de Emil. La escena asusta a Felix y Selma, así que Emil se queda con ellos. En tanto, la novelista hace las maletas y se marcha sin dar explicaciones, reseña el portal El Comercio de Perú.
Emil intenta comunicarse con Mia sin éxito. Gro, Andreas y Mehmet le aconsejan hablar con Emil, pero Mia se niega a escucharlo y decide avanzar. Recupera su departamento e incluso reactiva su app de citas. Emil se presenta para pedir explicaciones y pedirle que luchen por su amor, pero ella lo deja parado bajo la lluvia.
Mia asiste a su cita de Tinder y no es hasta que está sentada con ese hombre que comprende que cometió un error. Al final de “A Copenhagen Love Story”, Mia busca a Emil, se disculpa y retoman su relación. También continúan con la fecundación in vitro. No reciben la llamada, lo que les da esperanzas de convertirse en padres.