El pasado 13 de febrero, la plataforma de Netflix estrenó una comedia romántica que en pocos días se ha posicionado entre las más vista, se titula “La dolce casa”, una cinta estadounidense que tiene una duración de 99 minutos y está dirigida por Mark Waters. Una historia realmente bien contada y con mucha dinámica.
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La trama se centra en Eric, un hombre de negocios que, preocupado por las decisiones impulsivas de su hija Olivia, decide viajar a Italia para evitar que ella invierta todos sus ahorros en la restauración de una antigua villa.
A medida que ambos se sumergen en el proyecto, Italia despliega su magia, y Eric comienza a descubrir nuevas facetas de sí mismo, mientras se entrelazan historias de amor y redescubrimiento personal junto a Francesca, la alcaldesa del pueblo, y Giuseppe Futia, un joven local que se convierte en aliado en la restauración.
“Eric es un empresario de éxito al que no le queda más remedio que cogerse unas vacaciones para impedir que su hija Olivia, una soñadora empedernida, compre y restaure una villa en ruinas en la Toscana. Pero Italia, fiel a su legendaria belleza, magia y romance, tiene otros planes para él…”, destaca la sinopsis de Netflix.
Italia en todo su esplendor
El elenco está conformado por Scott Foley, Violante Placido, Maia Reficco, Giuseppe Futia, Simone Luglio, Tommaso Basili, Daniel Panzironi y Nunzia Schiano.
Según el portal Globo, La Dolce Casa fue filmada íntegramente en San Gregorio da Sassola, Italia, capturando la esencia y el encanto de sus paisajes, entre de las locaciones incluyeron Roma, el este de Lazio y la región de la Toscana. Las escenas interiores de la villa se rodaron en los prestigiosos Estudios Cinecittà en Roma, conocidos por albergar producciones de renombre mundial.
Para las tomas exteriores, la producción eligió Torrino del Gelsi, una pintoresca finca ubicada a unos 45 minutos de Roma, rodeada de moreras centenarias, olivos y colinas verdes, ofreciendo un entorno sereno y auténtico que complementa la narrativa de la película.
