Las películas dramáticas son muy buscadas en la plataforma de Netflix y en su catalogo está un film controversial, estrenado en 2017, basado en una historia real y protagonizado por Lily Collins y Keanu Reeves. Se trata de “Hasta el hueso” (To The Bone), una historia que en su lanzamiento desató la polémica entre los profesionales de la salud que tratan esta patología.
La producción está escrita y dirigida por Marti Noxon, en su debut como directora, este drama de 107 minutos está basado en su propia experiencia con la anorexia.
El personaje principal es una joven de 20 años de edad que padece anorexia y realizó diversos tratamientos sin haber obtenido resultados favorables, razón por la cual su madrastra recurre como última alternativa a una clínica en la cual se realizaba un tratamiento “poco convencional”, dirigido por el doctor William Beckham (Keanu Reeves).
“Ellen (Lily Collins), veinteañera con anorexia nerviosa, recorre un camino tan escabroso como gracioso para conocerse a sí misma guiada por un médico poco convencional”, destaca la sinopsis de Netflix.
Una historia realista
La película incluye representaciones realistas de manifestaciones conductuales, emocionales y cognitivas de los trastornos alimentarios, como por ejemplo: restricción alimentaria, conductas compensatorias disfuncionales (como el exceso de actividad física, consumo de laxantes, vómitos, etc.), creencias erróneas con respecto a la comida y el peso, distorsión de la imagen corporal, sentimientos de angustia, ansiedad y baja autoestima, la importancia de los medios masivos de comunicación en el desarrollo y mantenimiento de cuadro y el rol fundamental de las familias, destaca el portal Psyciencia.
Parece una película normal, pero puede ser la historia de mujeres y hombres que alguna vez han pensado que harían lo que fuese para perder esos kilos de más que estás convencidos de que les sobran, incluso algunos comen contando calorías, haciendo ejercicios en exceso y se pesan todos los días.
Estos comportamientos, en una sociedad obsesionada con la belleza “perfecta” y el culto al cuerpo empeora la situación de quienes sufren anorexia. Estos valores típicos de nuestra sociedad podrían ser el origen y desencadenante de este tipo de trastornos, pero no en su mayor parte, ya que también interviene un componente psicológico.