Bien reza el dicho: “El buen hijo siempre retorna a la casa”, y así lo hizo la actriz Eiza González tras pasar 12 años sin pisar México. Este jueves 21 de noviembre fue la co-host de la ceremonia de los premios “GQ Men of the year (Hombre del año)”, en el que además recibió un reconocimiento como Actriz de año, por su más reciente cinta “La Máquina” y por abrir espacios para las latinas en Hollywood.
PUBLICIDAD
En una entrevista que ofreció a la reconocida revista para hombres GQ, confesó que había estado enfocada tanto en su carrera que estar por más de una década fuera de su país lo “sintió como día y noche”, incluso al regresar a su casa volvió a entrar al cuarto de su adolescencia, donde el “tiempo se detuvo”, pues nada había cambiado, incluso, el póster de su personaje Lola aún seguí colgado en la pared.
“Volver a interpretar un personaje en mi lengua natal fue muy retador en términos de actuación, pero también en lo personal. A mucha gente le encanta decir ‘ay, es que se cree gringa’ o ‘ya no le gusta actuar en español’, pero realmente es una cosa de costumbre: cuando haces algo de manera constante, se vuelve parte de lo que eres. Llevo mucho tiempo pensando en inglés por lo que fue complejo regresar a mi lengua natal, pero a la vez resultó muy enriquecedor. Me di cuenta de lo difícil que es salir de tu país para trabajar en dos o más idiomas”, confesó la estrella latina.
El guapo actor que que le quitó protagonismo
La noche del jueves Eiza estuvo en el evento junto al guapo actor uruguayo Enzo Vogrincic, quien le dio vida a Numa Turcatti en la exitosa película de Netflix, “La Sociedad de la Nieve”. Bastó estar a su lado para que toda la atención se centrara en el suramericano.
Al artista de 31 años, la fama le llegó con la historia de supervivencia de Los Andes, que lo sacó del teatro de Montevideo, para que caminara entre grandes estrellas de Hollywood, ya que la cinta tuvo dos nominaciones a los Premios Oscar 2024. Ahora es una de las personas más famosas de su pequeño y pujante país.
Contó cómo fue vivió su gran momento en la ceremonia de los Óscar: “Me vi llegando a los Óscar en medio de todo ese nivel de lujo, despilfarro y delirio, y de golpe había una multitud de gente protestando, tirando pintura y diciendo: ‘fucking millonaires’”, dice. “Es loco, porque decís: ‘Che, yo no soy un fucking millonaire’”.