La plataforma de Netflix tiene una lista de documentales muy exitosa entre sus espectadores, entre ellas está la colección de “Conversaciones con asesinos: Las cintas de John Wayne Gacy” una docuserie que fue añadida al catalogo el pasado 20 de abril.
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A lo largo de tres episodios, el director Joe Berlinger retrata la historia de uno de los peores asesinos en serie de la historia de Estados Unidos. En la década de los 70, el hombre violó y mató a más de 30 hombres, entre jóvenes adultos y adolescentes, mientras que, paralelamente, se presentaba ante sus vecinos como un sujeto ejemplar.
“John Wayne Gacy era un político en ciernes, un contratista muy querido en su comunidad y hasta trabajaba como payaso ocasionalmente. Entre 1972 y 1976, asesinó a 33 jóvenes. La mayoría de las víctimas aparecieron enterradas debajo de su casa, ubicada en una apacible zona residencial al noroeste de Chicago”, destaca la sinopsis de Netflix.
En 50 años se recopilan audios impactantes
Destaca el portal Infobae que tras cinco décadas del caso, los científicos aún continúan intentando identificar los cuerpos a través del ADN y, recientemente, nuevos audios del psicópata salieron a la luz.
Entre 1979 y 1980, previo a su juicio, se grabaron cerca de 60 horas de conversaciones entre el homicida y sus abogados, donde él deja aflorar su mentalidad completamente narcisista y sus tácticas para no ser identificado como un sospechoso durante un largo tiempo.
Además, las entrevistas incluyen a un sobreviviente que nunca antes había revelado su testimonio y ofrece, en primera persona, el relato de una cruda experiencia en la que estuvo a punto de morir.
“El objetivo es responder a un interrogante crucial: ¿cómo una figura pública como Gacy logró permanecer impune durante tanto tiempo?”, destaca el resumen de esta docuserie.
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De la vida de John Wayne Gacy se conoce que era un contratista que planeaba lanzarse a la política y también era muy querido por trabajar vestido como un payaso en las fiestas infantiles bajo el seudónimo de “Pogo, el payaso”.
Sin embargo, cuando nadie lo veía, se convertía en la peor pesadilla de cualquiera que cruzara su camino con él.
