Netflix amplía su catalogo con joyas del cine que se esconden en esa lista privilegiada y que sus espectadores no se pueden perder este fin de semana. Estamos hablando de una película “Milagro Azul” que se estrenó el 27 de mayo de 2021 y que combina el drama y la fuerza de voluntad de un grupo que lo dio todo por ganar.
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Esta película dramática estadounidense está dirigida por Julio Quintana, con un guion de Quintana y Chris Dowling. Tiene una duración de 95 minutos, donde se siente un gran suspenso que atrapa hasta el final y las emociones se mezclan a cada segundo.
Esta producción recibió varias reseñas positivas de los expertos en cine y es una gran recomendación para ver en familia ya que contiene varias reflexiones para analizar, reseñó La Nación.
El elenco está conformado por Raymond Cruz (Héctor), Anthony González (Geco), Dana Wheeler-Nicholson (Tricia Bisbee), Fernanda Urrejola (Becca), Bruce McGill (Wayne Bisbee), entre otros.
El gran milagro del orfanato
La trama se centra en Omar Venegas, un director de un orfanato que se encuentra con graves dificultades económicas, por otro lado está Wade, el capitán de un barco que busca su ayuda y la de los niños que se encuentran en el establecimiento para pescar a un gran pez.
Ocurre un giro inesperado cuando se conocen estos dos personajes y se reúnen para ganar una competencia de pesca y llevarse así el premio mayor. A la hora de cumplir con el objetivo, todos los implicados emprenderán una acción que conmueve a todos.
La destacable representación de la historia provocó que muchos espectadores se pregunten si se trata de una película basada en hechos reales y lo cierto es que sí.
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Milagro azul se inspiró en un hecho que se dio a conocer en 2014: un grupo de huérfanos que nunca antes había pescado capturó un marlín de casi 175 kilos en una competición y donó todas las ganancias del premio.
En dicho año, se llevaba a cabo el torneo de pesca Bisbee’s Black & Blue, en la ciudad mexicana de Cabo San Lucas. Con el propósito de continuar con la competencia y estimular la economía local, los organizadores crearon un fondo benéfico y un donante anónimo se comprometió a pagar la tarifa de entrada de cinco mil dólares para cualquier equipo que aceptara contratar un barco local.
A raíz de esta contribución, los niños que pertenecían al orfanato Casa Hogar tuvieron la oportunidad de participar y, una vez que se consagraron campeones, se llevaron la módica cifra de 260 mil dólares.
