Los documentales de crímenes reales son uno de los géneros más buscados en la plataforma de Netflix y la lista es larga y variada. Dentro de ella está uno que destaca por lo sonado y crudo del caso, ocurrido en Brasil. Se trata de “Isabella: El caso Nardoni”.
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Este documental es la historia de lo que ocurrió con una niña, Isabella Nardoni, de apenas 5 años de edad, quien fue asesinada por su padre en complicidad con su madrastra.
El infanticidio estremeció a Brasil entero y movilizó a las autoridades para la investigación. La pequeña de 5 años fue arrojada desde la ventana de un sexto piso del edificio en el que vivía su padre Alexandre Alves Nardoni (29) y su madrastra, Anna Carolina Trotta Peixoto Jatobá (24), en la ciudad de San Pablo.
La pareja fue la responsable del crimen, por el que fueron condenados a 31 y 26 años de prisión, respectivamente. A casi 12 años de aquel fatídico día, en el país carioca todavía recuerdan el homicidio.
No fue un intruso
Según la información presentada en este documental perteneciente al género true crime, fue un 29 de marzo de 2008, al norte de São Paulo, cuando la búsqueda por encontrar lo que le pasó realmente a Isabella Nardoni comenzó sin vuelta atrás.
Si bien, la historia narrada por Alexandre y su pareja afirmaba que un extraño había irrumpido en su hogar para lanzar a su hija de su habitación, las inconsistencias en su testimonio eran cada vez mayores.
Las primeras versiones del caso indicaron que Nardoni dejó a su esposa y sus dos hijos, de 11 meses y 3 años, en el auto y subió al departamento para acostar a Isabella.
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Cuando bajó para ayudar a su pareja a entrar al resto de la familia a la vivienda, vio como la nena de 5 años estaba tirada agonizando en el jardín. Personal sanitario trató de reanimarla por 34 minutos pero la pequeña falleció. Mientras tanto, la policía desplegó un operativo para dar con el intruso.
Las evidencias que encontró la policía en el lugar del crimen daban cuenta de otra situación distinta a la narrada por su padre y su madrastra.
Su padre, el asesino
Las autoridades descubrieron que la pantalla protectora de la ventana del departamento estaba cortada intencionadamente para que la niña pudiera ser arrojada y que había manchas de sangre en la habitación de los hermanastros de Isabella, desde donde había sido tirada.
El padre y la madrastra fueron llevados ante las autoridades para declarar en reiteradas ocasiones pero siempre fueron liberados. Sin embargo, la opinión pública ya los había condenado por el infanticidio y eran repudiados casa vez que salían a la calle.
Según el portal Perfil, los primeros informes forenses que se dieron a conocer señalaron que el cadáver de la nena tenía signos de asfixia. El documento ponía en duda que la niña se hubiera caído, debido al bajo número de fracturas en su cuerpo.
Además de la rotura del protector de ventana y las manchas, las sospechas de que se trató de un asesinato se basaban en la declaración de la pareja: no había signos de que hubieran robado en la casa, no faltaba ninguna pertenencia y tampoco había señales de que un intruso hubiera ingresado al edificio, que tenía fuertes medidas de seguridad.
El informe forense lo dice todo
Un informe forense más detallado concluyó que la nena había sido arrojada por las muñecas, una de las cuales tenía una fractura que se produjo cuando todavía estaba con vida. Además, tenía un trauma de cráneo y la lengua entre los dientes y lesiones petequiales en corazón y pulmones, indicios de que había sido asfixiada. También se detectaron golpes y otras lesiones anteriores.
Había, además, rastros de sangre por la vivienda, desde las habitaciones, el pasillo, la manija de la puerta de entrada y en la sábana donde se acostó la pequeña al llegar esa noche a casa. En el auto de la familia también había sangre. Los investigadores afirmaron que habían tratado de limpiar la escena del crimen.
El 7 de mayo de 2008 el juez Mauricio Fossen ordenó la prisión preventiva de la pareja. A principios de 2009, tres jueces de la 4ta Cámara Criminal del TJ decidieron por unanimidad que ambos serían llevadas a un jurado popular. El juicio por homicidio calificado arrancó el 22 de marzo de 2010, dos años después de la muerte de Isabella.