El huracán Helene, en Minneapolis, Carolina del Norte, provocó un desastre mortal el 27 de septiembre, provocando la muerte de Melissa Guinn, una madre de cuatro hijos. Durante la furia de la tormenta, fue llevada por las violentas aguas delante de su esposo, Jamie, y su hijo de ocho años, River. En su hogar, buscando refugio mientras las palmadas de la tempestad golpeaban el lado occidental de la ciudad, fueron impotentes para evitar el horror que se desencadenó en un abrir y cerrar de ojos.
Jamie Guinn compartió su experiencia con las fuentes de noticias locales, describiéndola como "Sonó como el estallido de un cañón. La casa se desmoronó sobre mí, aplastándome", así relató su vivencia. "Recuerdo que llamé a mi pequeño y escuché su grito. De alguna manera, logramos excavar en los restos de la casa, que se había derrumbado casi hasta el río, y lo encontré". En el martilleo del caos y la devastación, ambos lucharon para mantenerse con vida en circunstancias extremadamente difíciles.
Madre de cuatro hijos es arrastrada por el huracán Helene ante los ojos de su familia
Jamie relató un instante que siempre atesorará: “Todo lo que podía rememorar era que ella exclamaba: ‘¡Cuidado, cariño!’. En ese punto crítico, optó por proteger a su hijo: “Por lo tanto, tomé a mi pequeño y lo lancé hacia la costa para que tratara de aferrarse a un árbol o a lo que fuera, y encontrar algo que le permitiera estar en la orilla, alejado del río”.
Durante una semana entera se llevó a cabo la búsqueda del cuerpo de Melissa. Finalmente, después de horas de trabajo intenso por parte del equipo de rescate, se pudo recuperar el 7 de octubre. En este periodo, Jamie y su hijo se vieron forzados a cruzar ríos de fuerte corriente para alcanzar un lugar seguro y buscar asistencia. Su difícil travesía y el último acto de rescate representaron un final desgarrador para la familia.
"Siento que todavía estoy en shock y trato de asimilar todo lo que ocurrió", admitió Jamie. "Pienso que solo intento entender todo lo que sucedió". La familia estaba a punto de celebrar su décimo aniversario de casados, una ocasión que ahora se verá ensombrecida por la trágica partida de Melissa.
El ciclón Helene ha dejado una huella indeleble en la comunidad, y el relato de la familia Guinn ilustra el efecto destructivo que estos desastres naturales pueden infligir en las existencias de quienes se cruzan en su trayectoria.