Un hombre generó debate a través de las redes sociales luego que revelara qué le sucedió cuando iba a comenzar un viaje en avión y se encontró a una pareja de ancianos ocupando sus asientos. El caso se volvió viral y generó toda una polémica con comentarios a favor y en contra de su actuar.
Hombre se negó a cambiar asientos a una pareja de ancianos en avión
Según consigna Milenio, un viajero compartió en Reddit que durante un vuelo de Nueva Zelanda hacia Los Ángeles en Estados Unidos, decidió pagar extra para ir en unos asientos más cómodos, ya que él mide más de 1.90 metros y necesita espacios para sus piernas.
Sin embargo, cuando llegó hasta su asiento se encontró con una pareja de adultos mayores que ocupaba el lugar.
“Mi pareja y yo planeamos un viaje de tres meses alrededor del mundo. Nuestro primer vuelo fue de Nueva Zelanda-Los Ángeles. 12-13 horas”, relató el hombre.
“Reservamos y pagamos nuestros vuelos y agregué los asientos económicos premium ya que mido 6.3 pulgadas y quería el espacio adicional para las piernas. Cuesta 60 dólares más (mil 26 pesos). Este vuelo fue con Air New Zealand, la pantalla tiene tu nombre cuando llegas a tu asiento. ‘Bienvenido churtothechur’ y subimos al avión”, expresó.
Al llegar a sus asientos, se encontraron con la pareja. Al preguntarles si se habían confundido de ubicación, ellos señalaron que no.
“Les muestro mi billete y mi número de asiento y señalo mi nombre en la pantalla. Luego me piden que me siente en sus asientos, que estaban 10 filas atrás. No hay espacio para las piernas”, afirmó el hombre.
Ante esto, señaló que le contó a la pareja que él había pagado extra por los asientos para ir cómodo debido a su estatura, por lo que les pidió que se fueran a sus puestos originales, ofreciendo cargar las maletas de los ancianos hasta su asiento.
Al hacer esto, afirmó que recibió “ojos apestosos de otras personas en el vuelo. Pagué por el espacio extra para las piernas y lo necesito. No me importaría si fuera un vuelo de dos horas, todavía existe el principio del asunto, pero puedo ceder dependiendo de mi estado de animo”.
“Sin embargo, 12-13 horas no es una broma, no hay que ceder. ¡Mueves a esa gente o el avión no despega!”, concluyó el hombre.
La historia se volvió viral y generó debate entre quienes apoyaban o no el actuar del hombre. Eso sí, la mayoría lo defendió.
“Obtienes lo que pagas, no lo que la gente considera aceptable en función de tu edad. Esos viejos sabían lo que hacían” y “En serio, ¿Qué tipo de persona decide tomar el asiento de otra persona en un avión?”, fueron parte de las reacciones.
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