Dan Saunders llevaba una vida normal. Trabajaba de mesero en un restaurante en Australia y disfrutaba su día a día así como cualquier persona. Pero una noche todo cambió. ¿Por qué? Fue a sacar dinero de un cajero automático y una particular situación derivó en que meses después, se convirtiera en millonario.
La historia de Dan Saunders
El hombre relató en revista Vice, acorde a lo consignado por Clarín, como en un plazo de cuatro meses pasó a retirar más de un millón de dólares, pese a que nunca tuvo ese dinero en sus ahorros.
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Esa noche que fue al cajero, Saunders no tenía dinero. Por ese motivo, pensó en transferir 200 dólares australianos desde su cuenta de crédito a su cuenta bancaria. Y pese a que la transacción le apareció como “cancelada”, igual pudo retirar dicho monto.
“Quería sacar el saldo de mi cuenta y no paraba de salirme el mensaje ‘saldo no disponible en este momento’. Ingresé 200 dólares australianos de mi cuenta de crédito a la de ahorros y el cajero me decía ‘Transacción cancelada’ y me devolvía la tarjeta”, relató al citado medio.
“Como me pareció muy raro, intenté sacar 200 dólares de la cuenta de ahorros para ver qué pasaba. Me dio el dinero, volví al bar y seguí bebiendo”, expresó.
El descubrimiento
Pese a que volvió al bar, al hombre se le quedó dando vueltas en su cabeza lo ocurrido. Por lo que decidió volver al cajero automático.
“Decidí probar de nuevo. Hice otra transferencia de 200 y saqué el dinero. Luego 500, y después 600, por curiosidad”, afirmó.
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Esto sorprendió al joven, quien siguió sacando dinero. “Entre que iba medio ebrio y estaba aburrido, seguí intentándolo. Era como un truco de magia”, manifestó.
Al día siguiente, como despertó con resaca, pensó que quizás todo se trató de un sueño. Pero al revisar el dinero que tenía se dio cuenta que todo era verdad.
“El dinero estaba ahí, en la cartera. Llamé al banco para que me dieran el saldo de la cuenta de ahorros, que en ese momento tenía una deuda de 2.000 dólares”, relató.
“Supuse que había cierto desfase de tiempo entre las extracciones que hacía en el cajero y el saldo de mi cuenta, lo que significaba que la cantidad que gastara podría cubrirla haciendo una transferencia cada noche entre la cuenta de crédito y la de ahorros”, indicó.
En ese sentido, “podía ‘crear’ el dinero haciendo una transferencia entre la una y las tres de la madrugada, que era cuando me percaté de que los cajeros no estaban conectados a la red”.
Su nueva vida
Al darse cuenta de esta situación, ideó su plan. “El primer día me gasté 2.000 dólares, pero al segundo hice un traspaso de 4.000, para asegurarme de que el saldo no salía negativo. La transferencia se hacía efectiva por la noche y se revocaba un día después”, señaló.
“Pero si ibas por delante de esa revocación haciendo otra transferencia, podías hacer creer al sistema que tenías millones. Luego fui al banco y me dijeron que mi saldo era de un millón de dólares. Los números subían y bajaban en la pantalla como un yoyo”, afirmó Saunders.
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Tras ese descubrimiento, comenzó una vida de lujos para el australiano. Alquiló aviones privados, realizó fiestas de primer nivel e incluso pagó los estudios de algunas amistades.
Se dio cuenta además que mientras más dinero tenía, mejor atención le daban en todos los lugares a los que iba. “Así viven los ricos. La gente cambia su manera de pensar y su actitud hacia ti cuando descubren el saldo de tu cuenta”, contó.
El final de su historia como millonario
Sin embargo, algo no dejó tranquilo a Dan pese a su nueva y lujosa vida: su conciencia. “Cuando llevas la mayor parte de tu vida haciendo las cosas ‘bien’ y de repente empiezas a hacerlas ‘mal’, no es fácil. Empecé a sufrir ataques de pánico. Cada vez que sonaba el teléfono, me apuraba a contestarlo yo”, expresó.
“Estaba paranoico. Incluso soñaba con eso. Una noche tuve una pesadilla en la que un equipo de los SWAT me estaba esperando frente al hotel en el que me alojaba. Recuerdo que me desperté empapado de sudor y en ese momento sonó el timbre de la puerta. Ya está. Se acabó. Vienen por mí, pensé ⎯lo cual habría sido un alivio, la verdad⎯, pero resultó ser la camarera de habitaciones, que quería saber si necesitaba toallas limpias”, relató.
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De esta manera, aseguró que llegó a “un punto de no retorno”. Así que decidió dejar de hacer transferencias. Un mes después, llamó a su banco para hacer una consulta y ahí se dio cuenta que no había vuelta atrás.
“Ahora está en manos de la policía y nosotros no podemos hablar con usted. La policía le llamará, pero se ha metido en un lío muy gordo”, le dijeron.
Y pasaron dos años, en donde pese a que no lo detuvieron ni lo llamaron nuevamente, vivió día a día preocupado y asustado. “Yo estaba yendo al psiquiatra porque no podía más con el sentimiento de culpabilidad y la ansiedad. Sentía la necesidad de hablar de ello con alguien. Y el profesional me hizo ver que era importante que me entregara, para poder limpiar mi conciencia y pasar página”, señaló.
La decisión de Saunders
Así que el hombre fue a los medios de comunicación. Contó su historia, reveló todo lo que hizo y apareció en las noticias de todo el mundo. Al poco tiempo, fue detenido.
Dan fue arrestado, en el juicio se declaró culpable y pasó un año en prisión. Luego de esto, salió en libertad a cambio de 18 meses de trabajo comunitario.
En la actualidad, y tras retirar más de un millón de dólares y tener una vida de lujos, Saunders volvió a trabajar como mesero. Lleva una vida normal y relató sus historias en un podcast de ocho capítulos, el cual fue un éxito. Mientras que ahora está en conversaciones para que su vida se convierta en una película.