Lo paranormal es una situación que ha invitado a miles de personas a investigar sucesos que no tienen explicación, por lo menos encontrar el vínculo que se mantendría con seres de otro mundo. En el podcast “Exorcismos y fantasmas”, el experto Antonio Zamudio contó el caso de “¿Quién juega con quién?”.
PUBLICIDAD
[ ¡Actividades paranormales! Los “fantasmas” que han sido captados en EcuadorOpens in new window ]
En el final de la charla donde, relataron hechos paranormales y posesiones de entes terroríficos, se analizó la presencia de seres del otro mundo en figuras. Fue ahí que Zamudio sacó un juguete que experimentaba hechos de poltergeist.
El artículo, muy similar a una marioneta, interactuaba con un infante de 11 años llamado Augusto. El juguete lo compran en una venta de garaje, lo lleva a la casa y en ese momento empiezan los problemas.
El especialista indicó que los hechos no se caracterizaban por movimiento de objetos o similares, más bien por cambio de comportamiento de los habitantes de la casa como el también escuchar voces.
Uno de los actos que más llamó la atención de los padres del infante fue el hecho que Augusto se levantaba en la madrugada (03:00) a ver la televisión en compañía del payaso.
La madre, al percibir este malestar, empacó al payaso y se lo entregó a las personas encargadas de recoger la basura. No osbtante, tres días después el juguete apareció a pie de la cama del infante.
Corrió al cuarto de Augusto
Fue en ese momento que llamaron a Zamudio y realizaron una charla sobre los acontecimientos presenciados. Es así, donde en circuito cerrado con cámaras, captaron un momento terrorífico.
PUBLICIDAD
“Nosotros hicimos un circuito cerrado de cámaras”, comentó el experto. Después de la plática, en la que no pasó nada, revisaron el contenido grabado y captan el movimeitno del ente: en la bicicleta está recargado y se echa a correr al cuarto de Augusto.
El muñeco como tal está en posesión de Zamudio, quien no temió móstralo en el podcast. Por supuesto, las características del juguete provoca un nudo en el estómago por la mirada tétrica que mantiene.
