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Ni extraterrestre, ni de China: este es el origen de los ovnis derribados por Estados Unidos

Sorpresa, sorpresa…

Almirante John Kirby

Estados Unidos se mantuvo en alerta por un grupo de ovnis que acechó a la nación. Primero fue un globo espía de China; después, otras tres naves. Un general no descartó que fuera de origen extraterrestre, despertando la inquietud entre los seguidores del fenómeno.

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Finalmente, la Casa Blanca reveló de dónde eran los objetos voladores no identificados derribados: de origen comercial o de investigación.

Totalmente inofensivos.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, rechazó cualquier posibilidad de que fueran de origen extraterrestre.

“Sé que ha habido preguntas y preocupaciones sobre esto, pero no hay, de nuevo, ninguna indicación de extraterrestres o actividad extraterrestre (risas), con estos derribos recientes”, afirmó Jean-Pierre.

“Nuevamente, no hay indicios de extraterrestres o actividad extraterrestre con estos derribos recientes. Quería asegurarme de que el pueblo estadounidense supiera eso, todos ustedes lo supieran. Y era importante para nosotros decir eso desde aquí porque hemos estado escuchando mucho al respecto”.

A Jean-Pierre le preguntaron si estaba decepcionada por la información, respondiendo entre risas: “Solo… ya sabes, me encantó ET, la película. Pero me voy, solo voy a dejarlo ahí”.

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Los ovnis derribados por Estados Unidos y su origen inofensivo

El almirante John Kirby, portavoz del Pentágono, explicó de qué se trató todo.

“Por ahora, y estoy avisando que es solo por ahora, no hemos visto indicios o nada que apunte a la posibilidad específica de que estos tres objetos sean parte del programa de espionaje de la República Popular de China, o que hayan estado implicados en algún tipo de recolección de inteligencia”, explicó Kirby en rueda de prensa.

De acuerdo con el almirante Kirby, los objetos eran difíciles de detectar por los radares debido a la baja altura en la que se encontraban. Tampoco fueron controlados ni hacían movimientos para esquivar, sino que se dejaban llevar por el viento.

Se derribaron para evitar la posible alteración del tráfico aéreo.

Las autoridades no han podido recoger los restos de los objetos, ya que cayeron sobre zonas agrestes al norte del país, en el límite con Canadá.

“También sabemos que una variedad de entidades, incluidos países, empresas, organizaciones académicas y de investigación, operan objetos a estas altitudes con fines que no son en absoluto nefastos, incluida la investigación científica”, destacó el almirante Kirby.

Fin de la novela de las naves extraterrestres. La “invasión” ha sido neutralizada.

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